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Gerardo Lissardy – BBC News Mundo

lun, 31 de octubre de 2022, 12:47 a. m.

Partidarios de Lula celebran su elección.
Partidarios de Lula celebran su elección.

El líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva logra un retorno a la presidencia brasileña que parecía improbable un tiempo atrás, en base a logros propios y debilidades del presidente Bolsonaro. Viaja 55 meses al pasado y hazte una pregunta: ¿creerías que Lula volverá a ser presidente de Brasil?

Aquel abril de 2018, Lula comenzaba a cumplir una condena de 12 años de cárcel por corrupción que muchos pensaron que ponía el punto final a su carrera política. Tenía de 72 años de edad.

Pero el Supremo Tribunal brasileño anuló la condena en 2021 por errores en el proceso, y Lula ganó este domingo un balotaje presidencial con 50,9% de los votos contra 49,1% del actual presidente, Jair Bolsonaro.

Hoy con 77 años, el izquierdista Lula se apresta a volver el 1 de enero al cargo de presidente que ya ejerció de 2003 a 2011.

Hay tres claves que explican por qué el líder del Partido de los Trabajadores (PT) venció al ultraderechista Bolsonaro en medio de una gran polarización política, según expertos.

1. Nostalgia por los gobiernos de Lula

La primera razón de la victoria de Lula es la añoranza que buena parte de los brasileños tienen de los tiempos en que presidió Brasil, expresada con votos el domingo.

Lula durante su discurso postelectoral.
Para muchos brasileros, la iagen de Lula encarna el recuerdo de tiempos mejores.

En los dos mandatos consecutivos de Lula, el país tuvo un boom económico, con altos de precios de las materias primas que produce. Más de 30 millones de personas ascendieron a la clase media con programas sociales del gobierno.

Eso contrasta con la crisis económica que Brasil vivió en los años recientes, cuando millones de brasileños cayeron en la pobreza y la miseria.

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La situación social se agravó con la pandemia de coronavirus que Bolsonaro calificó de “gripecita” y que mató a más de 685.000 brasileños.

Ni el tibio crecimiento de la economía brasileña en los últimos meses, ni las ayudas financieras que distribuyó el gobierno en plena campaña pudieron borrar la nostalgia por los gobiernos de Lula.

La pandemia dejó expuestos los principales problemas sociales de Brasil con más claridad: hoy los problemas más importantes son educación, salud, hambre; incluso más que los problemas económicos”, dice Antonio Lavareda, un politólogo brasileño experto en comportamiento electoral.

“Y con esa agenda social, Lula lleva la ventaja de ser muy vinculado a las políticas sociales de sus dos gobiernos anteriores”, agrega Lavareda en diálogo con BBC Mundo.

De hecho, un pilar electoral de Lula fue el apoyo de los más pobres. Según encuestas previas al balotaje, cerca de tres de cada cinco votantes que ganan hasta dos salarios mínimos se inclinaban por él.

A lo largo de la campaña, el expresidente evitó dar detalles de sus planes de gobierno. En cambio, buscó refrescar el recuerdo de su gestión, que concluyó con una aprobación superior a 80%.

“Posiblemente uno de los mejores momentos que este país vivió en las últimas décadas fue el tiempo en que yo goberné”, dijo Lula en su último debate con Bolsonaro el viernes.

Y pidió que lo votaran para volver a “hacer crecer el país, generar empleo, distribuir renta y que el pueblo vuelva a comer bien”.

Todo indica que esta estrategia le dio resultado.

2. El fuerte rechazo a Bolsonaro

Bolsonaro es el primer presidente de Brasil que pierde un intento de ser reelecto desde que la Constitución del país habilitó esa posibilidad hace un cuarto de siglo.

Jair Bolsonaro
Una parte del apoyo que obtuvo Lula provino de votantes que querían evitar que Bolsonaro siguiera en el poder.

Esto también se debe en gran medida al alto nivel de rechazo que genera el actual mandatario.

La mitad (50%) de los votantes brasileños decía que evitarían votar de cualquier modo a Bolsonaro, según una encuesta de la empresa Datafolha publicada el sábado.

El índice se mantuvo cercano a ese nivel a lo largo de la campaña, por encima del rechazo también elevado a Lula (46% según la misma encuesta).

“Esta elección en Brasil se volvió un gran referéndum sobre el gobierno de Bolsonaro”, dice Maurício Santoro, un politólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, a BBC Mundo.

Agrega que muchos votantes del ganador el domingo “pueden no ser grandes admiradores de Lula, del Partido de los Trabajadores o de la izquierda”, sino que vieron en él “la única posibilidad de derrotar a Bolsonaro”.

Las críticas al actual presidente de Brasil van mucho más allá de su manejo de la economía o su respuesta a la pandemia.

A lo largo de su gobierno, Bolsonaro fue acusado de alentar la división de su país, asumir actitudes autoritarias y amenazar a otros poderes del Estado.

Y distintos analistas dentro y fuera de Brasil advirtieron que un segundo mandato del actual presidente podía suponer un desafío aún mayor para la democracia del gigante sudamericano.

Magna Inácio, profesora de ciencia política en la Universidad Federal de Minas Gerais, señala que en medio de tantas turbulencias hubo “un sentimiento del elector por el cambio” que colocó en un segundo plano el recuerdo de los escándalos que surgieron en los gobiernos del PT.

“Una conjunción de factores favorecían la candidatura de Lula e hicieron que la cuestión de la corrupción pierda cierta centralidad, deje de ser el factor más importante para los electores y que esas otras cuestiones se vuelvan más relevantes”, dice Inácio a BBC Mundo.

3. La conquista del centro político

Otra clave del triunfo electoral de Lula fue que disputó con éxito el centro político brasileño a lo largo de la campaña.

Para ello, el izquierdista escogió como candidato a vicepresidente a Geraldo Alckmin, un exrival suyo de centro derecha al que derrotó en las elecciones de 2006.

Lula y Alckmin durante a campaña presidencial.
De cara a las elecciones de este año, Lula se alió electoralmente con su exrival Geraldo Alckmin.

Luego de ganar la primera vuelta del 2 de octubre con 48,4% de los votos, Lula logró para el balotaje el apoyo de los candidatos centristas que habían quedado en el tercera y cuarta posición: Simone Tebet y Ciro Gomes.

También recibió el respaldo del expresidente Fernando Henrique Cardoso, un socialdemócrata de 91 años que fue rival político de Lula en el pasado y es respetado en círculos intelectuales.

Todo esto contribuyó a reducir las inquietudes que la perspectiva de un nuevo gobierno de izquierda en Brasil podía generar en parte de la élite del país y en el mercado financiero, señala Santoro.

“Esta alianza que Lula montó en las elecciones de 2022 es la mayor y más diversa que Brasil tiene desde el movimiento por el retorno de la democracia en los años 1980: están la izquierda, los liberales, parte de la derecha”, dice.

Lula aludió a esto en su primer discurso tras ser electo, al afirmar que la suya “es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó encima de los partidos políticos, de los intereses personales (y) las ideologías, para que la democracia saliera vencedora”.

En un país tan polarizado y sin mayoría en el Congreso, un desafío clave de Lula será mantener ese respaldo que tuvo en las urnas en el gobierno.

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LA NACION

Elecciones en Brasil: las diferencias entre los dirigentes de Juntos por el Cambio frustraron un comunicado conjunto de la mesa nacional

Lucila Marin

mar, 1 de noviembre de 2022, 3:39 a. m.

Pichetto visitó a Bolsonaro en 2019 y no quiso firmar el comunicado de JXC en el que se felicitaba a Lula
Pichetto visitó a Bolsonaro en 2019 y no quiso firmar el comunicado de JXC en el que se felicitaba a Lula – Créditos: @Twitter

Los dirigentes de Juntos por el Cambio no pueden ponerse de acuerdo para un comunicado. La política exterior era uno de los temas en los que parecía haber mayores coincidencias entre los socios de la principal coalición opositora, pero se frustró este domingo un pronunciamiento del espacio para felicitar a Lula da Silva por su victoria en las elecciones de Brasil porque Miguel Ángel Pichetto no quiso firmarlo.

Circulaba por los chats de la coalición opositora el borrador del comunicado con el cual felicitarían al presidente electo de Brasil. “Desde la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio queremos felicitar al presidente electo del Brasil. También saludamos al pueblo brasileño que se ha expresado en las urnas en unas elecciones libres y limpias que se desarrollaron con normalidad”, comenzaba el texto que dejaba el lugar para completar el nombre del futuro mandatario.

La relación entre Argentina y Brasil debe construirse y crecer sobre bases sólidas que trasciendan a los gobernantes circunstanciales en cada uno de nuestros países”, continuaba. Por último, apuntaba como una “condición central” para el desarrollo del país relanzar la relación con Brasil.

Para publicarlo, solo faltaba la firma de Pichetto, líder de Encuentro Republicano Federal, que no había contestado los mensajes de los jefes de los otros partidos de la coalición, Maximiliano Ferraro (CC), Patricia Bullrich (Pro) y Gerardo Morales (UCR), quienes ya habían aprobado el texto.

Varios presidentes y líderes mundiales ya habían felicitado al presidente electo, incluido Horacio Rodríguez Larreta, que twitteó: “Felicitaciones al pueblo hermano de Brasil por la jornada democrática que han celebrado y especialmente a Lula da Silva, nuevo presidente electo. Necesitamos construir una relación madura entre nuestros países que nos permita potenciar las posibilidades de desarrollo”.

Finalmente, desde ese partido informaron en el chat de voceros de los dirigentes de Juntos por el Cambio que Pichetto no iba a acompañar el comunicado porque solo felicitarían al presidente electo si el ganador era Jair Bolsonaro. “Hablan de republicanismo, pero es selectivo”, dispararon en las filas de la CC.

Aunque reconocen el proceso democrático, en ese espacio consideran que es obligación del Gobierno felicitar al ganador mientras que como opositores “tienen derecho a saludar dependiendo quién es el ganador”. Entienden que Lula es el candidato apoyado por el kirchnerismo mientras que Pichetto se había comprometió con Bolsonaro.

El auditor general de la Nación se mostró en Paso de los Libres, frontera con el país vecino, para apoyar al jefe de Estado brasileño en el día de las elecciones. “Le deseo mucha suerte en la segunda vuelta, espero que continúe siendo presidente de Brasil”, le deseó Pichetto a Bolsanoro, a quien visitó en 2019. El líder del Peronismo Republicano también participó de la cena junto con dirigentes liberales cuando hace dos semanas el hijo del presidente, Eduardo Bolsonaro, viajó a Buenos Aires.

Tras la negativa de Pichetto, los jefes partidarios barajaron la idea de sacar un comunicado firmado por sus tres partidos. Pero esta vez quien no aportaba su firma era Bullrich. Fuentes partidarias señalaron que la condición de la líder de Pro era que el actual presidente admita la derrota.

Finalmente, Ferraro y Morales apelaron a sus cuentas personales para felicitar a Lula da Silva por su victoria con textos parecidos, que fueron compartidos por sus respectivos partidos, en donde además enfatizaban la necesidad de trabajar por un región “fuerte” y “unida”.

Horas más tarde llegaría, pasadas las 23 horas, el saludo de Macri. “Quiero felicitar al pueblo brasileño por esta jornada democrática y a Lula da Silva por se electo Presidente de Brasil. Espero que sigamos trabajando para afianza el vínculo entre nuestros países”, dijo a través de Twitter.

Bullrich, por su parte, aún no se pronunció. Desde el entorno de la líder de Pro se limitaron a contestar que la exministra de Seguridad creía que debía haber un comunicado conjunto.

Pichetto habló de un “resultado extremadamente equilibrado” y “ajustado”. “Creo que queda un gobierno de Lula muy condicionado. Me parece que va a tener que ir hacia el centro. Jair Bolsonaro maneja las dos cámaras, tiene mayoría con sus aliados y se ha quedado con gobernadores importantes, especialmente en San Pablo, un resultado que aparecía como incierto, ganó el partido de Bolsonaro”, afirmó en Radio Perfil al ser consultado por el resultado electoral brasileño pero evitó felicitar a Lula da Silva.

El comunicado frustrado de la mesa nacional por los comicios en el país vecino se suma a las diferencias respecto al vínculo con China por las cuales tampoco pudieron consensuar una posición para condenar las posiciones de la Argentina en la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la que se trató un informe que firmó la expresidenta chilena Michelle Bachelet antes de dejar el cargo de alta comisionada.

La UCR y el Pro solo pretendían pronunciarse sobre la situación en Venezuela mientras que la CC quería incluir en el comunicado un repudio a la abstención del gobierno argentino en la votación por las violaciones a los DD.HH. en China y acusó a sus socios de tener una “posición sesgada, ambigua y oportunista”.

BBC News Mundo

Lula gana las elecciones en Brasil: 4 frases destacadas del discurso de victoria del presidente electo

Redacción – BBC News Mundo

lun, 31 de octubre de 2022, 12:26 a. m.

Luiz Inácio Lula da Silva en su primer discurso tras ganar las elecciones de Brasil.
Con más del 99% del escrutinio, Lula suma el 50,90% de los votos, frente al 49,10% de Bolsonaro. El Tribunal Superior Electoral lo declaró ganador.

Frente a una multitudinaria manifestación de sus partidarios, que se congregaron para celebrar la victoria, Luiz Inácio Lula da Silva dio su primer discurso tras ganar las elecciones presidenciales de Brasil frente a Jair Bolsonaro por un estrecho margen.

Con el 99,89 % de los votos escrutados, el líder de izquierda se impuso con el 50,90 % de los votos, frente al 49,10 % que obtuvo Bolsonaro.

El expresidente, que gobernó el país de 2003 a 2010, hizo un llamado a la unidad del país desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo acompañado en el escenario por sus más cercanos aliados políticos.

Lula se comprometió a “restaurar la paz” y gobernar para todos los brasileños en un país profundamente dividido luego de una campaña donde se enfrentaron candidatos radicalmente antagónicos.

En su intervención, el próximo mandatario afirmó que a nadie le interesa vivir en un país en permanente “estado de guerra”.

Si bien reconoció que existe una situación difícil, expresó su confianza en que el país encontrará una salida para volver a “vivir democráticamente” y reconstruir el respeto a las diferencias enfrentando “sin tregua” el racismo y la discriminación.

También reiteró que defenderá la Amazonía de los intereses comerciales y que retomará el control de las actividades ilegales en esa región.

A continuación, cuatro frases destacadas de su primer discurso, luego que el Tribunal Superior Electoral lo declarara vencedor.

1. “Tuve un proceso de resurrección en la política brasileña. Intentaron enterrarme vivo y ahora estoy aquí para gobernar el país”

Más de un año después de salir de la cárcel por una condena de corrupción que terminó siendo anulada, Lula volvió a la línea de fuego de la política brasileña.

Lula estuvo en prisión en el contexto de Lava Jato, un caso de sobornos por contratos multimillonarios de la petrolera estatal Petrobras con empresas constructoras, considerado el mayor escándalo de corrupción en América Latina.

Partidarios de Lula.
Partidarios de Lula.

En aquella época, muchos apostaron porque su carrera política estaba llegaNdo a su fin, pero cuando el Supremo Tribunal brasileño anuló la condena en 2021 por errores en el proceso, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) quedó habilitado para competir por la presidencia.

2. “El compromiso más urgente es acabar con el hambre”

Durante su campaña, Lula había destacado sus logros socioeconómicos, como la salida de la pobreza de más de 30 millones de brasileños gracias a iniciativas sociales financiadas con el boom de las materias primas.

En este tercer período no contará con la misma bonanza: si bien la economía da señales de mejoría, está muy lejos de la prosperidad de los años 2000.

“No podemos aceptar como normal que millones de personas no tengan que comer o que consuman menos de las calorías que necesitan”, afirmó tras los resultados de este domingo.

El líder de izquierda afirmó que es inconcebible que un país como Brasil, que es una de las mayores potencias agropecuarias del mundo, el tercer mayor productor de alimentos y el primero de proteínas animales, no “pueda garantizar que todos los brasileños tengan diariamente un desayuno, un almuerzo y una cena“.

“Este será nuevamente el compromiso número uno de mi Gobierno”, apuntó.

3. “Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas”

Fue tan reñido el resultado de estas elecciones que Lula insistió varias veces en su discurso sobre la idea de la unidad nacional.

“A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación“.

Lula
Lula

“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, apuntó.

El presidente electo dijo que “a nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra” y que “es necesario reconstruir este país en todas sus dimensiones”.

“La mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños”, agregó el exmandatario.

“El pueblo desea más libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país. El pueblo quiere comer bien, vivir bien, quiere empleo bien remunerado, quiere políticas públicas de calidad, quiere libertad religiosa y libros en lugar de armas”.

4. “Hoy le decimos al mundo que Brasil ha vuelto”

Lula argumentó que Brasil es demasiado grande para ser “relegado al triste papel de paria del mundo”.

Al respecto, afirmó que luchará por una nueva gobernabilidad global, por la inclusión de más naciones al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, así como poner fin al derecho al veto.

Partidarios de Lula.
Partidarios de Lula.

También dejó espacio para referirse al comercio y las inversiones internacionales.

“Recuperaremos la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores vuelvan a confiar en Brasil”, dijo el dirigente de izquierda.

En su discurso también afirmó que su gobierno está dispuesto a retomar su papel de líder en la lucha contra la crisis climática, protegiendo especialmente la selva amazónica.

“Bajo nuestro gobierno, pudimos reducir la deforestación en el Amazonas en un 80%. Ahora vamos a luchar por la deforestación cero”.

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